La ciudadela inca de Machu Picchu está ubicada a 130 kilómetros al nor-oeste del Cusco, en la provincia de Urubamba, en la cresta del cerro Machu Picchu.
Los arqueólogos han dividido a Machu Picchu en 3 grandes sectores:
Primero sector de Machu Picchu el barrio Sagrado, incluye el Intiwatana, el Templo del Sol y la Habitación de las Tres Ventanas.
La habitación de las Tres Ventanas, representación simbólica del Tamputocco, o cerro con tres ventanas de donde, según el mito de los hermanos Ayar, salieron los Incas el día de la creación.
La habitación de las Tres Ventanas, representación simbólica del Tamputocco, o cerro con tres ventanas de donde, según el mito de los hermanos Ayar, salieron los Incas el día de la creación.
El Intiwatana o "lugar donde se amarra al sol". Esta piedra es la pieza central y la más importante de un complejo sistema de mediciones astronómicas para determinar las fechas de inicio y fin de las campañas agrícolas, también conocida como el reloj solar.
Segundo sector de Machu Picchu el barrio de los Sacerdotes y la Nobleza zona residencial
Tercero sector el barrio Popular, el que se encuentra ubicado en la parte sur de la ciudad, donde se encuentran las viviendas de la población común. | |
Todas las edificaciones en Machu Picchu siguen el clásico estilo arquitectónico inca: las construcciones con muros de sillares pulidos de forma regular, junturas perfectas entre los bloques de piedra y un ligero talud o inclinación, haciendo que la base sobresalga ligeramente con respecto a su remate. Vacíos siempre trapezoidales y uso de hornacinas y esculpidos como ornamentos arquitectónicos. Machu Picchu puede ser conocida, también, como la ciudad de los andenes, las escalinatas y fuentes de agua. De las primeras escalinatas y andenes, se pueden contar más de un ciento, algunas de las cuales con cien peldaños o más. En algunos casos la escalinata de ocho o diez peldaños ha sido esculpida íntegramente en un solo bloque de roca de granito. En toda el área de Machu Picchu abundan los estanques y fuentes de agua llamadas "pacchas", labradas en piedra e interconectadas por canales y desagües perforados en la roca. |
Cada vez que nos enfrentamos a un lugar cuya historia escrita no existe, es muy grande la tentación de imaginar cómo era y quiénes eran los que allí vivían en su época de esplendor de la ciudadela inca Machu Picchu.
Pensamos en personas caminando por las calles y las plazas, sentados o haciendo ceremonias, usando su vajilla, vestidos con sus adornos, ya no quedan testimonios vivos o escritos, pero todos sabemos que algo así pasaba en ese lugar.
La arqueología y la etnohistoria ayudan a responder esas y otras preguntas, pero desde luego tienen limitaciones. ¿Quiénes vivían en Machu Picchu y qué hacían? Si la hipótesis de que fue el mausoleo de Pachacutec Inca Yupanqui es válida, vale la pena saber cómo pudo ser ese lugar en tales condiciones.
El mausoleo del Inca estaba rodeado de templos, altares y otros espacios donde vivían la coya, jefe de la panaca "familia" de Pachacutec, sus servidores y los amautas que mantenían el culto, lejos del circuito regular de los caminos, en medio de un bosque de orquídeas.
Si Machu Picchu fue la "casa" del Inca, llamada Patallacta en las crónicas, debe de haber sido construida durante su largo mandato a comienzos del siglo XV, unos 100 años antes de la llegada de los españoles.
Según dicen los relatos antiguos a cerca de Machu Picchu, esas residencias eran usadas por los propios incas para su distracción y descanso mientras vivían.
La ciudadela inca Machu Picchu estaba dotada de todos los recursos necesarios para operar sin depender del exterior, con sus propios campos de cultivo, ganado, talleres y demás.
Es necesario señalar que las construcciones incaicas de la ciudadela inca de Machu Picchu se caracterizaron por adaptar sus formas a las condiciones del terreno sobre el cual se asentaron.
Reservaron los suelos planos naturales para los campos de cultivo, y trasladaron los usos de vivienda u otro tipo de construcción a los terrenos en laderas.
Así, la mayor parte de sus obras de uso no agrícola fueron hechas en terrenos rocosos, irregulares o en pendientes no cultivables.
Es más, cuando faltaban terrenos planos como es propio en la mayor parte del territorio cordillerano los habilitaban en forma de terrazas, y produjeron artificialmente campos eficientes para el cultivo y para la vivienda.
Machu Picchu no es, pues, un caso excepcional. Por eso, tanto este sitio como la mayor parte de los asentamientos incaicos están construidos sobre terrazas y aparecen escalonados, con sus senderos y redes de comunicación convertidos en escalinatas.
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