El Rol de la Religión en el Sistema Social de Caral
Todas las actividades emprendidas por los habitantes de Caral estaban, de una u otra forma, asociadas con ceremonias y ritos.
Se reunían periódicamente en las plazas y los salones ceremoniales con fogones de los edificios públicos y viviendas, quemaban ofrendas, colocaban objetos en las hornacinas y enterraban cabellos, fragmentos de cuarzo y otros valores apreciados por ellos.
Modo de entender el mundo
La sociedad de Caral tuvo una cosmovisión del mundo en armonía con la preservación del medio geográfico y sus recursos, así como, también, con el orden observado en el espacio sideral. Teniendo en cuenta esas dimensiones, el ser humano ubicó su verdadera condición, de ser parte de la naturaleza y del universo.
Ideología
Todas las acciones de la vida social, en la política, religión, economía, ciencia, etc., estaban relacionadas entre sí. Los líderes religiosos eran, a la vez, líderes políticos especializados en astronomía o medicina, entre otros campos.
Los señores eran los mediadores entre el grupo social que representaban, y el poder sobrenatural de los ancestros y dioses. La religión era el instrumento de gran efectividad para la cohesión pero también la coerción de la población; aseguraba el poder político, la jerarquía y el orden social. La sociedad participaba en las ceremonias calendarizadas por las autoridades y trabajaba para servir a sus dioses y a las autoridades, que los representaban ante ellos.
Mitos, ceremonias, ritos y ofrendas Parafernalia religiosa.
Los encargados de las ceremonias utilizaron materiales y objetos a los que dieron significados simbólicos, según el tipo de celebración. Usaron cuarzos, flautas, figuras modeladas, moluscos, anchovetas y textiles quemados, artefactos de piedra, hueso, madera, junto con mechones de cabello humano.
También han sido encontrados objetos en forma de inhaladores, elaborados con huesos de camélidos, y contenedores de conchas de caracol de selva (Megalobulimus spp.). Asimismo, se han hallado ofrendas compuestas por numerosos caracoles de loma (Scutalus proteus), que viven en parajes desérticos, en asociación con el cactus San Pedro (Trichocereus pachanoi), conocido por sus propiedades alucinógenas y por ser consumido tradicionalmente durante los rituales religiosos.
Ofrendas.
Gran parte del material arqueológico recuperado ha sido encontrado en contextos de ofrendas. Es recurrente el hallazgo de conglomerados de vegetales, fragmentos de cuarzo, choros y alimentos, acomodados, enterrados y muchas veces quemados.
Ofrendas Enrejadas
Se trata de complejas ofrendas, consistentes en ejes florales de cabuya amarrados entre sí a modo de una litera. Están asociadas con numerosos y diversos componentes: minerales, como cuarzos, vegetales, plumas, fibras, algodón, así como diversos objetos manufacturados. Ellas revelan un profundo contenido simbólico.
Arte y Música de la Cultura Caral.
Importancia del Arte y La Música de la Cultura Caral. Se han recuperado tres conjuntos musicales, conformados por instrumentos de viento, que ratifican la práctica musical colectiva y la organización compleja en la sociedad de Caral. Ellos estuvieron asociados con caracoles, como instrumentos de percusión.
Las actividades religiosas y sociales incluyeron ejecuciones musicales, a cargo de grupos especializados en esta elaborada expresión artística.
El arte musical tuvo un rol importante en las actividades de la población; esta tradición ha continuado como parte de la herencia cultural de las sociedades andinas de todos los tiempos.
La música ha sido, desde los albores de la civilización andina, parte fundamental del ceremonial y la religiosidad. Prueba de ello es el hallazgo de 32 flautas depositadas como ofrendas bajo el piso de la plaza circular en la Pirámide del Anfiteatro. Fueron colocadas sobre una piedra cortada acompañadas por un canto rodado a un lado y al otro por una figurina de barro crudo sin rostro que se deshacía al tacto, todo cubierto por más piedras cortadas. Se les ha clasificado como "flautas traversas", pues son tubos delgados con un orificio central de forma ovalada que sirve de embocadura.
Sólo en dos casos dicha abertura es rectangular. En el fondo de la embocadura un triángulo hecho de arcilla cruda sirve de tabique regulador que distribuye el aire entrante hacia ambos extremos. Fueron elaboradas usando huesos de ala de pelícano. Las flautas están decoradas con representaciones de monos, aves, serpientes y figuras humanas. Algunas no presentan ningún tipo de decoración.
En otro sector de la misma Pirámide del Anfiteatro fue hallado otro conjunto de 38 instrumentos de vientos, posiblemente cornetas hechas con hueso de camélido o venado. Estas no tienen embocadura sobre el tubo y su superficie está decorada con canales horizontales.
Fuente: Ministro de Cultura del Perú – Zona Arqueológica de Caral.
bueno esta bien
ResponderEliminarbueno esta bien
ResponderEliminar