sábado, 2 de mayo de 2015

ALGUNOS MITOS Y LEYENDAS DEL PERU


Leyenda de Manco Cápac y Mama Ocllo 

ALGUNOS MITOS Y LEYENDAS DEL PERU

Ellos recibieron el encargo del Dios ''SOL'' de dirigirse hacia el norte llevando una vara de oro, la cual periódicamente debían tratar de hundir en el suelo hasta encontrar un lugar donde la vara entrase fácilmente para luego establecerse ahí. Esto ocurrió al pie del cerro Huanacaure (Cuzco), adonde convocaron a todos los pobladores de las áreas vecinas. Allí, los convencieron de su origen divino y de su labor civilizadora. De esta manera, y siguiendo los supuestos de su padre Sol, Manco Cápac enseñó a los hombres a cultivar la tierra, el maíz, a hacer canales de riego y a construir casas de piedra. Mientras tanto, Mama Ocllo, enseñaba a las mujeres a hilar y tejer para hacer vestidos de lana y algodón. 

Los Hermanos Ayar 

El dios Huiracocha, después de ordenar el mundo, hizo salir de la cueva de Pacaritambo a cuatro parejas de hermanos: I) Áyar Cachi y Mama Huaco, II) Áyar Uchu y Mama Ipacura, III) Áyar Auca y Mama Rahua, y IV) Áyar Manco y Mama Ocllo. 
De Pacaritambo, los hermanos se dirigieron a un cerro llamado Huanacaure. Desde la cumbre de este cerro, Áyar Cachi lanzó algunas piedras con su honda, quebrando con ello a otros cuatro cerros. Temerosos de la fuerza de Áyar Cachi, sus hermanos decidieron librarse de él y regresaron a Pacaritambo con el pretexto de recoger algunos objetos de los que se habían olvidado. Una vez en la cueva, lograron encerrar a Áyar Cachi en su interior. Los demás hermanos volvieron al cerro Huanacaure y luego siguieron rumbo a la quebrada de Matagua, cerca del Cusco. 
En esta quebrada, Áyar Uchu voló al cielo para hablar con su padre el Sol y trajo el encargo de cambiar el nombre de Áyar Manco por Manco Cápac. Luego de transmitir este mensaje, se convirtió en un ídolo de piedra. Manco Cápac, Áyar Auca y las cuatro mujeres sembraron coca y ají en un pueblo cercano a Matagua y luego bajaron al Cusco, donde fueron reconocidos como «hijos del Sol». Luego de esto, las tropas de Manco Cápac conquistaron a todos los grupos del valle, lucha en la que su hermana Mama Huaco hizo creer a sus enemigos que se alimentaba de carne humana. 

El Delfín Rosado 

En los ríos de la selva Amazónica suele presentarse a los pescadores nativos y a los forasteros, el espíritu de una misteriosa y bella mujer que atrae y encadila con su canto.Pero su presencia aturde, porque en realidad es un animal. 
La leyenda dice que una bella joven llamada Yarina se embelesó con un amor prohibido; por eso, desolada se entregó al demonio del río recibiendo la maldición de cantar eternamente y de capturar a las almas de los incautos. 
Desde entonces, suele enloquecer al hombre presentándose como una atractiva mujer, que en realidad es el delfín rosado. 

El Ekeko 

ALGUNOS MITOS Y LEYENDAS DEL PERU

Un grupo de indios collas, a orillas del lago Titicaca, tallan desde hace muchos años unos muñecos muy pequeños, empleando piedras, plata, oro, cobre y arcilla como homenaje al Dios ''Ekeko o Tonupa (Dios de la fortuna)'' quien los vigila complacido entre las nubes del cielo. 
Con los años, esa leyenda se ha transformado en una bonita tradición. Hoy en día, en muchas ferias de la sierra peruana, los vendedores indígenas ofrecen estos hombrecitos a los compradores y turista. Van provistos de ropa de lana, listos para agregarles alasitas (significa ''comprame'' en aymara, conocidos como amuletos)de casas, animales, billetes y démas productos para llamar a la fortuna. Su fiesta es el 24 de enero, remontándose su vigincia desde 1793.

El Paititi 

Segúun relatos de los indios Machiguengas de la selva de Madre de Dios, en la zona de Pantiacolla (a orillas del Río Sinkibenia), se encuentra el Paititi, es una ciudad perdida construida a base de columnas de oro macizo, donde aún reina el último heredero de los Incas. 
Las creencias se extienden hasta nuestros días, pues se dice que en la zona, surgen visiones extrañas y que los aviones sufren repentinos desperfectos. Allí, en 1975, el satélite USA Landsat2 captó sensacionales fotografía; saliendo a la luz los petroglifos de Pantiacolla,cuyos autores se desconocen,que los nativos consideran sagrados. 

Naylamp 

ALGUNOS MITOS Y LEYENDAS DEL PERU

Naylamp fue un Príncipe preinca que surgió del mar en caballito de Totora. Llegó con sus subditos recalando en el valle del río Faquisllanga. 
Llevaban un idolo verde llamado Yampallec(Lambayeque), que colocó en un lugar donde posteriormente se erigiría el templo Chot, fundando la dinastía de los doce soberanos. 
Pero el último de los reyes de esa casta, Fempellec, se portó mal con los dioses recibiendo como castigo lluvias, vientos y huaicos devastadores. Quedó destruido el templo Chot, actualmente la huaca Chotuna (HUACA = Edificio piramidal dedicado a la veneración, donde los nativos del Perú adoraban a sus dioses), ante el pánico de la población; mientras que el Dios Naylamp, desde lo alto, destilaba toda su ira reprochándole su indigno proceder. 


Mas Sobre Leyendas Perunas.

Lari Lari

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Como estrella fugaz cae del cielo, si lo llamas o señalas cambiará su rumbo y llegará a donde tu estés, ojos grandes y muy brillosos (si te mira, caerás en su encanto) tiene cuatro patas, su pelaje es muy brillante y tiene una extensa cola que parece la de un cometa caído del cielo, algunos dicen que en esa cola tan enorme lleva el alma de sus víctimas.
Su pelaje aparte de brilloso es muy abultado, toma la forma de un gato pero su cabeza es más grande de lo común.
Mi abuelo se dedicaba al comercio entre Puno – Tacna siendo el año de 1930, llevaba en sus mulas muchos costales de sal, para cambiarlos en la sierra, me contó que durante la noche, mientras el sol se acuesta, una estrella rompe el cielo, baja a gran velocidad hacia la tierra, pero cuando cae a tierra, toma inmediatamente la forma de un gato y recorre la tierra. Jamás se presenta de día, ya que debido a su origen oscuro, la luz del día es su peor enemigo.
Mi abuelo tenía una chacra en Puno, en Yunguyo donde todos los años iba a trabajar para la cosecha de papa y maíz, un día mientras él y los campesinos que trabajaban con el recorrían los cerros, vieron algo que jamás olvidarían, contemplaron una fogata en medio de la oscuridad, esa fogata era rodeada por muchos gatos de distintos colores y pelaje, así como de tamaño, los saltos y movimientos que daban hacia parecer que danzaran.
En el medio de ellos estaba el Lari Lari, sentado y contemplando a sus compañeros, asustados por lo que sus ojos veían, decidieron retirarse lentamente, temiendo que si al darse cuenta de su presencia algo podría pasarles. Sin embargo por más que intentaron moverse, sus piernas no respondían, así que permanecieron en silencio hasta que el sol saliera y las criaturas de la noche se retiren.
Mi abuelo me contó que cuando un recién nacido estaba por nacer, toda la familia cuidaba la habitación en donde se encontraba la madre, cuidaban al niño antes y después de que el naciera, hasta que estuvieran seguros de que nada podría pasarle al recién nacido. Algunos solían poner un vaso de agua cerca a la madre y sal en la entrada de la puerta y ventanas, la luz de esa habitación jamás debería ser apagada.
Siendo el año de 1985 comenzó un éxodo de gente de la sierra hacia las ciudades del sur del Perú, debido a la crisis que vivía el país y al terrorismo que cada día avanzaba más, cuando llegaron a Tacna la gente pensó que aquí en esta nueva tierra de oportunidades podrían comenzar todo de nuevo, dejando de lado el dolor y la pobreza que habían vivido, pero cuando llegaron no solo se encontraron con la indiferencia de algunas personas, sino con viejos enemigos, uno de ellos el Lari Lari, pero ahora no tenían la protección que tenían antes, si bien hacer guardia para cuidar al recién nacido era necesario. Aquí estaban solos, ya no tenían la ayuda de sus familiares.
Era muy conocido que los Lari Lari solo podían tener un enemigo, debido a la importancia que la historia les dio, los gatos negros fueron muy comunes en hogares, contaban de ellos que les hacían frente a esta criatura misteriosa y muchas veces los ahuyentaban de las casas que intentaban entrar, la crianza de gatos negros se extendió hasta el día de hoy, tiempo después de que la ciudad se levantara aún se puede escuchar llantos de bebés de noche, y cuando intentas buscar al recién nacido, lo único que veras es un gato enorme corriendo por las calles y por más que intentes alcanzarlo jamás lo lograras.
El siempre estará aquí, esperando por una víctima.
Fin
Relato sugerido para jóvenes y adultos.

Los Hermanos Ayar – Mito peruano

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Según este mito, en tiempos muy remotos aparecieron cuatro hermanos con sus respectivas hermanas que al mismo tiempo eran sus esposas: Ayar Manco, Ayar Cachi, Ayar Ucho y Ayar Auca, todos los cuales salieron de unas cuevas o pacarinas ubicadas en el cerro Tamputocco que queda en el lugar llamado Pacaritambo, cerca a Paruro, al sur del Cusco.Pacarina quiere decir, precisamente, lugar de origen; y ellos, en busca de una tierra fértil donde residir, emigraron rumbo al norte, hacia el Cusco. Varios años duró este peregrinaje, en los cuales sucedieron hechos prodigiosos, como la transformación de Ayar Cachi en Huamán o gavilán, y la transformación de Ayar Ucho en ídolo de piedras que después se le llamó huaca de huanacauri.
Mientras tanto, Ayar Auca, convertido en ave tomó posesión del sitio donde después fue levantado el templo del sol; luego de lo cual también se transformó en ídolo o huaca de piedra.
Fin

El perro pulgoso – Leyenda peruana

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Cuentan los antiguos moradores de Hualmay, que en el barrio el Tropezón había un perro que se aparecía solamente por las noches y comenzaba a rascarse el cuerpo de tantas pulgas que tenía.
El animal recorría casi todo el barrio en busca de sus alimentos, pero nadie le daba nada, los días pasaban y el pobre animalito era echado por los vecinos del lugar para que no les dejara sus pulgas, le tiraban de palo, le aventaban agua fría y lo correteaban a pedradas.
Cierta vez en una alejada chocita de esteras que estaba habitada por unos paisanitos llegados de Huaraz, el perro comenzó a frecuentar muy seguido por las noches, el barón de la chocita se levanto a ver de quien se trataba y al ver al perro que se rascaba le cómenos a llamar con mucho cariño ofreciéndole su amistad, cosa que el animal rechazo en su primera instancia, pasado las noches siguientes, el perro nuevamente apareció por la choza de estos personajes humildes, de acuerdo a su pobreza comenzaron a darle de comer en un pote de calabaza, pan frió remojado con agua de trigo pelado.
Una vez que el animal se hizo amigo de los paisanitos, estos comenzaron a despulgarlo con mucha paciencia durante la media noche. Así sucedió por varias oportunidades, hasta que un buen día el perro comenzó a rascarse delante de ellos que asombrados veían como caían las pulgas al suelo, tuvieron tanta paciencia y pena por el animalito que no atinaron a echarlo, sino mas bien trataron de alimentarlo para que pueda irse tranquilo, al otro día muy temprano al levantarse la pareja encontraron varias pepitas de oro justo en el lugar donde el perro se había rascado.
Esta pareja muy emocionada recogió las pepitas de oro, llegando a reunir una gran cantidad de ellos, que les sirvió para poder comprar el terreno donde estaban viviendo, llegando a construir su casa de material noble, al que llamaron con mucho cariño “La Villa del Perro Pulgoso”.
Fin

La misión del colibrí. Leyenda Peruana

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Cuentan que hace muchísimos años, una terrible sequía se extendió por las tierras de los quechuas.
Los líquenes y el musgo se redujeron a polvo, y pronto las plantas más grandes comenzaron a sufrir por la falta de agua.
El cielo estaba completamente limpio, no pasaba ni la más mínima nubecita, así que la tierra recibía los rayos del sol sin el alivio de un parche de sombra.
Las rocas comenzaban a agrietarse y el aire caliente levantaba remolinos de polvo aquí y allá.
Si no llovía pronto, todas las plantas y animales morirían.
En esa desolación, sólo resistía tenazmente la planta de qantu, que necesita muy poca agua para crecer y florecer en el desierto. Pero hasta ella comenzó a secarse.
Y dicen que la planta, al sentir que su vida se evaporaba gota a gota, puso toda su energía en el último pimpollo que le quedaba.
Durante la noche, se produjo en la flor una metamorfosis mágica.
Con las primeras luces del amanecer, agobiante por la falta de rocío, el pimpollo se desprendió del tallo, y en lugar de caer al suelo reseco salió volando, convertido en colibrí.
Zumbando se dirigió a la cordillera. Pasó sobre la laguna de Wacracocha mirando sediento la superficie de las aguas, pero no se detuvo a beber ni una gota. Siguió volando, cada vez más alto, cada vez más lejos, con sus alas diminutas.
Su destino era la cumbre del monte donde vivía el dios Waitapallana.
Waitapallana se encontraba contemplando el amanecer, cuando olió el perfume de la flor del qantu, su preferida, la que usaba para adornar sus trajes y sus fiestas.
Pero no había ninguna planta a su alrededor.
Sólo vio al pequeño y valiente colibrí, oliendo a qantu, que murió de agotamiento en sus manos luego de pedirle piedad para la tierra agostada.
Waitapallana miró hacia abajo, y descubrió el daño que la sequía le estaba produciendo a la tierra de los quechuas. Dejó con ternura al colibrí sobre una piedra.
Triste, no pudo evitar que dos enormes lágrimas de cristal de roca brotaran de sus ojos y cayeran rodando montaña abajo. Todo el mundo se sacudió mientras caían, desprendiendo grandes trozos de montaña.
Las lágrimas de Waitapallana fueron a caer en el lago Wacracocha, despertando a la serpiente Amarú. Allí, en el fondo del lago, descansaba su cabeza, mientras que su cuerpo imposible se enroscaba en torno a la cordillera por kilómetros y kilómetros.
Alas tenía, que podían hacer sombra sobre el mundo.
Cola de pez tenía, y escamas de todos los colores.
Cabeza llameante tenía, con unos ojos cristalinos y un hocico rojo.
El Amarú salió de su sueño de siglos desperezándose, y el mundo se sacudió.
Elevó la cabeza sobre las aguas espumosas de la laguna y extendió las alas, cubriendo de sombras la tierra castigada.
El brillo de sus ojos fue mayor que el sol.
Su aliento fue una espesa niebla que cubrió los cerros.
De su cola de pez se desprendió un copioso granizo.
Al sacudir las alas empapadas hizo llover durante días.
Y del reflejo de sus escamas multicolores surgió, anunciando la calma, el arco iris.
Luego volvió a enroscarse en los montes, hundió la luminosa cabeza en el lago, y volvió a dormirse.
Pero la misión del colibrí había sido cumplida…
Los quechuas, aliviados, veían reverdecer su imperio, alimentado por la lluvia, mientras descubrían nuevos cursos de agua, allí donde las sacudidas de Amarú hendieron la tierra.
Y cuentan desde entonces, a quien quiera saber, que en las escamas del Amarú están escritas todas las cosas, todos los seres, sus vidas, sus realidades y sus sueños. Y nunca olvidan cómo una pequeña flor del desierto salvó al mundo de la sequía.





Mitos Andinos , Te Temblara Hasta Los Huesos.


Mirando por un agujero

Fue hace muchos años, cuando era pequeña y jugaba con mis primos en la chacra, al lado de la casa del abuelo. Las chacras de Ica son grandes, y las casas de las familias, no están tan cerca. La pampa también es grande. Ese día, jugábamos a las chapadas y escondidas, una mezcla de los dos juegos cuando de repente, se me ocurrió esconderme detrás de una especie de depósito que había en la chacra. Uno de esos depósitos de adobe que parecen un cuartito pequeño. El cuartito tenía todas las puertas y ventanas cerradas, con candados, como si se guardara algo muy importante, o peligroso dentro.
Mi curiosidad, me distrajo un momento del juego, y quise ver qué había adentro de ese depósito. Noté que había un agujero en uno de los ladrillos de adobe y me empiné para ver. Dentro había un hombre, o lo que parecía un hombre muy raro, al que se lo veía la cara, y de repente vi sus mano huesudas acercándose, estiradas hacia ese agujerito por donde yo miraba. El miedo me paralizó, pero seguí mirando hasta que pude ver uno ojos que asustaban y que parecían se muerto, y sali corriendo desde la chacra hasta la casa del abuelo, y no paré hasta esconderme debajo de unas mantas.
Los que jugaban conmigo, vinieron tras de mí, y los mayores también. Cuando me preguntaron qué pasó, solo dije que había un hombre dentro de la casa, que quería atraparme. Todos fueron a ver, quitaron los candados de la casa, pero no había nadie. Años más tarde, la casa se cayó con el terremoto de Ica, me pregunto si el hombre que vi y que no estaba allí habrá desaparecido con la casa, o estará penando por la chacra.

Jarjachas


Las Jarjachas, son seres de la mitología andina que, a diferencia de los condenados o almas en pena, son realmente personas vivas. Las jarcjachas, físicamente, adoptan distintas formas, según las historias, aunque la más popular es la de mitad hombre y mitad llama. Para que una persona se vuelva una jarjacha, ha tenido que cometer un acto incestuoso.
Las Jarjachas, reciben este nombre, por el peculiar sonido que las identifica “jar-jar-jar” y que es la antesala de su ataque. Se cree que la Jarjacha es capaz de hipnotizar o atraer a su víctima para luego asesinarla.
En ciertas historias, se dice que la Jarjacha no es consciente de que lo es, ya que la transformación se da durante la noche, y en horas del día es una persona normal. También se dice, que en ciertos casos su fin no es asesinar, sino simplemente asustar a los pobladores. Otro mito alrededor de las Jarjachas, es su rasgo de inmortalidad, se piensa que las personas más viejas de una población, cuya edad no puede revelarse, pueden ser unas jarjachas, ya que como estas, nunca mueren por causas naturales.
En la costa, a las Jarjachas se las suele llamar “lloronas”, y suelen caracterizarse por caminar bastante rápido, por lo que es casi imposible atraparlas. Del mismo modo, estos seres, presentan como alas, y suelen vestir siempre de negro.
El mito dice que es recomendable no enfrentarse solo a uno de estos seres, y que si se los enfrenta, es mejor hacerlo en grupo y portando, entre sus utensilios sogas de pelo de llama, crucifijos y armas de metal que asustan a la Jarjacha. Los mitos de captura de Jarjachas en la costa, muestran que estas no logran ser plenamente identificadas. En un caso local, me contaron hace poco, que hace como veinte años los pobladores de la localidad donde vivo atraparon a una “llorona” y la apalearon, al parecer, la llorona logró escapar, pero a todos les pareció muy sospechoso, ver al día siguiente, a una de las mujeres más viejas del distrito, llena de vendas.

La bruja del tejado


Se dice, que durante las noches, cuando el silencio colma las calles, se oyen unos ruidos como de cadenas en los techos, además de como si caminaran por sobre las casas.  Cuando se oyen, todos están en sueño profundo y son pocos los valientes que todavía se hallan despiertos y se atreven a subir al tejado para saber de qué se trata. Me cuentan, que una noche, el papá de una amiga se atrevió a subir porque el ruido no lo dejaba dormir; para su sorpresa, se encontró que sobre su tejado, se elevaba una figura humana, de espaldas, toda vestido de negro. El hombre tenía un arma, y amenazó a la figura con ella, se dice que la figura volteó, y mostró el extraño rostro de una mujer. El hombre asustado disparó su arma y la extraña mujer salió volando de su techo.
Algunos creen que esta mujer es posiblemente una bruja, y que no es la única que anda vagando por el barrio durante las noche. Otros piensan que puede tratarse de una Qarqacha, un ser de la mitología andina que se divide de su cuerpo humano durante las noches, para pagar sus culpas incestuosas.

LA UMA


Existen diferentes mitos andinos que tienen a mujeres como protagonistas, uno de aquellos es el Mito de la Uma. Uma, es una palabra quechua que traducida al español, se entiende como “Cabeza”, no obstante, el término “La Uma”, se utiliza además, para designar a la cabeza voladora, un ser mítico y nocturno, que tiene relación con las brujas de los andes.
Se dice que La Uma, es siempre una mujer joven que tiene la peculiaridad de tener los cabellos sueltos y muy largos. Para identificar a una Uma, es necesario saber que aquella no se deja visitar en ciertos días de la semana, cuando su cabeza se separa de su cuerpo y sale al campo buscando nuevas víctimas. Por lo general, los días en que la uma no puede ser visitada, es los martes y jueves, aunque hay quienes dicen que tampoco los viernes.
La Uma, prefiere como víctimas a hombres, especialmente jóvenes. Si la Uma (cabeza voladora) para por entre las piernas de su víctima, aquel morirá irremediablemente; se dice también que si el cuerpo de la Uma es destruido (Quemándole con sal el cuello cercenado), aquella se verá obligada a andar sin dirección esperando un hombre al cual adherirse y del cual vivir hasta que lo consuma totalmente.
Una forma, que según cuentan, es ideal para liberarse de la Uma, es pasando entre árboles espinosos a los que La Uma teme. Pasar por dichos árboles, si se tiene a una Uma pegada o persiguiéndolo, hará que sus cabellos se enreden en los espinos y quede atrapada hasta morir.

Fantasmas en la Carretera


Sin lugar a dudas, muchos de ustedes deben haber escuchado esas historias de terror estadounidenses, en las que se cuenta que dos chicos, van manejando su camioneta, o carro, cuando de repente, se les aparece en el camino una muchacha, de bellos rasgos que les pide que la lleven. El mito suele contar, que por lo general, los hombres, que son los que comúnmente, son las
víctimas de este fantasma, dejan subir a la muchacha y que en el camino ella o misteriosamente desaparece, o los lleva a su muerte.
En el caso de Perú, también existen historias de fantasmas de las carreteras, de hecho una vez tuve la oportunidad de escuchar este mito, como la experiencia de un familiar cercano. Aquella persona me contó, que en el camino de Ica a Lima, que suele ser desolado, cuando se venían en un auto con otras personas conocidas, vieron a lo lejos a un hombre que cruzaba delante de ellos, el hombre tenía el rostro quemado y cuando el que conducía lo vío dio más velocidad al auto, algunas de las personas que estaban con mi familiar en el auto le preguntaron por qué no se había detenido a ayudar a aquel hombre, a lo que el hombre y mi pariente contestaron que era mejor así, porque era imposible que alguien estuviera por esa zona a esas horas de la noche, y que no había ningún accidente cerca, y que además, en esa zona, solían aparecerse espectros de gente que había muerto en pasados accidentes de carretera, y a quienes no se debía recoger por nada del mundo ya que si lo hacías, te seguirían por siempre.
¿Te has encontrado con algún fantasma de la carretera? Pues cuéntame una historia y a asustarnos se ha dicho.
También escuché un relato similar contado sobre el distrito de Santa Anita. Un mototaxista recoge a una señora, y la señora le pide que la lleve y le va dando las coordenadas, al final el taxista es llevado hasta el cementerio y la señora baja de la moto, y al hacerlo el conductor se da cuenta de que no tiene pies sobre los cuales sostenerse y que está flotando… y asustado, suele huir del lugar, que es lo mejor que puede hacer ya que, se cuenta, que este tipo de fantasmas, con conocidos como “condenados”, en algunos casos. ¿Conocías una historia así?

Apachetas


En alguna clase en la universidad me hablaron acerca de las apachetas. Bueno, como todo conocimiento nuevo merece ser compartido, hoy quiero contarles acerca de ellas y por qué cuando van a zonas de la sierra, tienen que tenerles respeto y no andar destruyéndolas ni coleccionando las piedritas que las conforman.

Mitos Andinos , Te Temblara Hasta Los Huesos.

Las Apachetas son montículo  que se forman con piedrecillas en los distintos caminos. Por lo general aquellas tienen la forma de pirámides que, curiosamente, son condensadores naturales de energía cósmica, aunque ese no es el motivo de su forma en el mundo andino.
Estas Apachetas se colocan, por lo general en los caminos, aunque en sí, más específicamente, es común hallarlas en las afueras de los pueblos y son dejadas allí por los  mismos pobladores que por uno y otro motivo tienen que partir (temporal o radicalmente) lejos de su hogar. En ese sentido la Apacheta sirve como una suerte de tributo al wamani o cerro que protegerá al viajero durante su travesía lejos de su tierra y por ende de su Apu protector.
Como se ve las apachetas presentan en sí un amplio contenido místico y ritual y encierran en sí mismas parte de las costumbres y la cosmovisión andina. Destruir una Apacheta sería volver a la época de extirpación de idolatrías que se viviera durante la Colonia, cuando los curas de aquel entonces imponían cruces sobre estos montículos. Todavía hoy, de hecho es posible observar antiguas cruces sobre más antiguas apachetas, ocasionándose un peculiar tipo de sincretismo, ya que, al orador el poblador andino ante la cruz no solo ora al Señor Jesús crucificado, sino también al Apu (o señor de los Cerros), a quien fue ofrecida esta ofrenda.

MESADAS

¿Te suena conocido el término? Yo me enteré de este por algunas historias que me contaron así que te contaré un poco a ti, primero déjame contarte una historia.
Hace tiempo a un joven, cuyo nombre no diré, lo perseguía, según cuentan sus familiares, un espíritu errante. A este joven se le aparecía el espectro de una mujer que lo acosaba ya sea con su presencia, dándole pesadillas, tratando de ahorcarlo mientras dormía, jalándole  las sábanas entre otras cosas. El chico bajo de peso y se enfermó por el acoso de dicho espíritu. Su familia, asustada con lo que estaba sucediéndole al hijo deciden llevarle donde uno de esos señores que rezan y a los que suelen llamar curanderos.
Un curandero es, en nuestro país (y posiblemente en muchos otros países de tradición andina) un hombre capaz de aliviar padecimiento a base de hierbas y también de ciertos rituales: pasadas de cuy, pasadas de huevo, baños de florecimiento y por supuesto las famosas “mesadas”.
Bueno, la familia de este joven lo llevó con el curandero, quien le dijo, luego de evaluar a este chico que aquel era asediado por un espíritu errante femenino, a este lo podía haber encontrado de forma accidental o, podría caber la posibilidad de que alguien, posiblemente alguna persona malintencionada se lo había enviado confiando en que le hiciera daño y se consumiera. Este viejito curandero era bastante sabio así que decidió hacer una mesada. Según me contaron, para realizar esta actividad ritual necesitó de un determinado número de personas (cuya cantidad exacta no recuerdo). Estas personas tenían que reunirse por una determinada cantidad de días dentro de los cuales el viejito practicaba la famosa mesada que consistió, en líneas generales, en alejar a ese espíritu errante del joven; según me contaron el viejito hizo, ya que este espíritu errante era muy fuerte, que el espíritu malo fuera absorbido por sí mismo, para de ese modo no vuelva a molestar al joven y también, de esa manera, con el poder que él tenía, estuviera controlado y no hiciera daño de nuevo.
El joven se alivió, desde entonces la actividad anómala que le pasaba al rededor se calmó y el viejito siguió con su trabajo de curandero hasta que falleció varios años después en circunstancias naturales (era bastante mayor).
Las personas que me contaron esta historia no entraron en detalles sobre lo que se hacía en una mesada así que decidó investigar y esto es lo que encontré:
La mesada es un ritual andino, mediante el cual el curandero reúne a un grupo de personas para que lo ayuden en su objetivo. En la mesada el curandero limpia  a los participantes (haciendo las famosas “limpias”, que hace que todo el daño y las energías negativas que tienen los participantes se vaya y así se encuentren listos para enfrentar al mal por el cual se realiza la mesada). Antes de esto se forma la mesa ritual, a la que se debe el nombre de mesada. En esta mesa ritual se encuentran elementos personales del Curandero que son los… digamos talismanes que le dan poder para combatir a las energías negativas a las que se enfrenta.
Una vez que los elementos necesarios están en la mesa y se ha invocado a Dios y a los protectores del chamán (que varían según cada uno); y que se ha hecho la limpieza de los participantes, se sigue con el ritual. Leía en foro de participantes de mesadas que, tras la limpia se empieza a llamar a uno por uno de los visitantes (si es una mesada colectiva) y se le hace pasar por algunas labores (rituales), una de ellas es bailar al son de unas maracas, estas ocasionan que los demás participantes puedan ver en quien danza, a la persona que le ha hecho daño a este y que, el chamán sepa qué tipo de daño le han hecho y hace cuanto. Si el daño ha sido solicitado solo una vez y solo una vez ha sido hecho el ritual contra la persona, la persona tiene mayores probabilidades de aliviarse (de hecho lo hará). Existen casos donde el daño es más severo, según cuentan hay brujos malos que tienen pactos con seres demoníacos y que hacen rituales con el fin de matar a la persona a quien le encomiendan; según cuentan, sobre estos últimos caso, es más difícil erradicar el mal porque intervienen elementos como: dar de comer arena de muerto, entre otros que son tan fuertes que prefiero no mencionar.
Vale decir además, sobre las mesadas, que el curandero se enfrenta, no a la persona dañada sino a la sombra que se crea de esta (Sombra en término mágicos y negativos) y que es la que posee todo el daño. Una vez que se derrote el daño de la sombra la persona afectada se verá aliviada.
Los rituales de  curanderismo, como la mesada puede durar varias sesiones o una sola, dependiendo del daño. Por lo general aquellas empiezan en la medianoche cuando las sombras son mas notorias y terminan al amanecer, cuando los visitantes se van portando amuletos para protegerse (muchos de ellos ya aliviados).

La llorona

¿Te sabes la historia de la llorona? ¿No? Pero si cada pueblo ha tenido en algún momento historias al respecto. En mi distrito, por ejemplo, años atrás por la década de los 70 existían hombre que se disfrazaban y salían a las calles de noche a asustar a la gente de aquella época imitando a este personaje de las leyendas. La gente, según me cuentan mis papás salía corriendo o tenía miedo de salir por toparse con esta “mujer” que realmente era un hombre disfrazado a quien le gustaba jugar bromas a los crédulos. Obviamente la broma de aquellos estaba inspirada en una leyenda popular, que era la de la llorona, un mujer que según el mito recorre las calles (Algunos dicen que los cementerios) buscando a sus hijos. ¿Te sabes la leyenda de la llorona? ¿Cómo se contaba en tu pueblo?
Muy pronto te traeremos la versión que más circula de este mito popular.

Más información sobre los Condenados

En el artículo anterior, les conté dos historias sobre condenados, la primera recopilada de un relato de Arguedas, la segunda de mi experiencia personal, bueno una historia contada oralmente.  Ahora les hablaré un poco más sobre los Condenados para que puedan saber a qué tipo de alma en pena me refiero.
Como adelanté en el artículo anterior los condenados a los que me remito son unas entidades más conocidas en la zona andina de mi país, posiblemente también se los conozca como tales en las zonas andinas de Bolivia u otros paises sudamericanos.  Estos personajes son muertos que vuelven para llevarse consigo o a las personas con quienes cometieron el pecado terrible que los obliga a ser condenados, o en algunos casos son seres que mendigan buscando a alguna víctima que pueda ocupar su lugar dentro del caos en el que se encuentran, para que un vivo ocupe el lugar del condenado, el condenado debe sorberle los sesos. El la cosmovisión andina se cree que es en los sesos donde se encuentra el ánima, aquello que da movimiento al ser humanos: vitalidad.
Pueden hacerse muchas cosas para evitar caer ante un condenado, entre ellos, hacer como el personaje de mi segundo relato y rezar o soltar insultos mientras se suena un instrumento metálico como un cuchillo,  también se puede usar pelo de llama, aunque en este momento no recuerdo cómo, luego también se puede salvar de este ser estando en parejas  de cuatro personas (El condenado es un agente del caos en la cosmovisión andina, el número cuatro es el número del orden, así que es la mejor arma contra el caos).
El Condenado suele aparecer de noche o cuando la tarde se está yendo comúnmente no tiene voz en la distancia y sí en la cercanía. Suele tener la cara cubierta, si se la ve esta suele ser una calavera o estar llena de gusano o ser la de un rostro en descomposición. El condenado suele andar por caminos desiertos o despoblados. Siempre suele versele como llevando una carga muy pesada – es el peso de las culpas que cometio en vida.
Ahora sí ubicaste las historias de condenados que queremos? cuéntame una historia dejando un comentario.

Los Condenados

A ver esto es lo que sé de los condenados por lo que he oido de personas que han tenido experiencias cercanas con ellos, por algunos cuentos que he leido y por algunas clases de literatura quechua que recibí en la universidad, así que espero que hayan comentarios que contradigan o apoyen lo qué sobre ellos. Ustedes también tienen la palabra.
Los Condenados – paráfrasis de un relato recopilado por José María Arguedas.
Algunos de ustedes deben haber oído de la historia “mi abuela y un condenado” que recopiló José María Arguedas en quechua “awylaipa condenadumanta”, pues bien utilizaré como excusa este relato para contarles otras cosas que aprendí sobre este personaje de la cosmovisión andina.
En el relato  mencionado se cuenta la historia de una mujer, la abuela de quien narra. Esta mujer trabajaba cuidado animales en el cerro junto a su hermano mayor, la esposa de este y su hijo (que era un niño pequeño). Dice la historia que un día esta jovencita vio a una mujer que descendía por un camino por donde ya no habitaba nadie, entonces, como se estaba haciendo tarde la llamó para que se alojara en su casa del cerro. Por un momento la mujer no le hizo caso, pero al tercer llamado aceptó con una señal y subió. Cuando la jovencita le contó a su hermano y los demás que había llamado a la mujer, el hermano entró en alerta y pensó que tal vez se había llamado a un condenado y la familia entera entró en alarma.  En las casas del cerro se arma un fogón para cocinar fuera de la casa, cuando la mujer llegó a la casa de esta familia no pudo entrar, la familia notó que le temía al fuego y le sirvieron de comer fuera de la casa. Cuando la mujer estaba comiendo notaron que el caldo se le caía en la pechera, se agacharon para verle el rostro, que hasta entonces estaba escondido de la vista, y notaron que no tenía cara, que era una calavera y se persignaron porque supieron que en efecto se trataba de un condenado.
La familia se metió a la casa y desde ahí avivaban el fuego de la entrada para que el codnenaro no pasar, mientras fuera el condenado gritaba y mordía las piedras furioso para que lo dejaran entrar reclamando el haber sido llamado. Así gimió y gritó el condenado hasta la primera luz del día y se fue al amanecer no sin antes haber sorbido los sesos de una oveja tierna.
La historia que agrega José María Arguedas en su transcripción, dice que como eran cuatro las personas de la casa -dos hombre y dos mujeres – se salvaron, porque sino el condenado les hubiera sorbido los sesos a todos.
¿Les gustó la historia? ¿Tú también has pasado como el personaje de la narración de Arguedas un encuentro con un condenado o te han contado una historia de este tipo? Ahí te va otra historia.
Esta me la contó mi guia cuando íbamos por Cusco, bueno rumbo de regreso al hotel con nuestro grupo de promoción.  No es en si una historia sino una suerte de descripción de lo que se trata un condenado.
– Raven, cuéntanos una historia de terror, así extraña de por acá.
-A ver, miren afuera, en un momento vamos a pasar por una casa. – Esperamos y vimos, nada sobrenatural.
-¿Y?
– Pues bien, ahora no se aprecia bien, pero la gente no suele pasar por ahí
-¿Por qué?
– Pues porque en esa casa pasó una historia de condenados y aún en las noches sigue pasando.
-Cuenta
– Verán, hace muchos años un señor se quedó a dormir en esa casa porque ya era muy tarde para regresar a sus casas, han de saber que cuando es muy tarde las personas del campo prefieren quedarse en grupos en un lugar seguro para evitar encuentro con los condenados.
-¿Con quienes?
-Con los condenados, ahora les cuento. Ese señor se quedó en esa casa, estaban durmiendo y de repente  se despierta, estaba todo oscuro y siente como si hubiera alguien más con él, hace luz con algo que tiene ahí y ve que hay un bulto negro en la casa.  La luz no dura mucho, la vuelve a encender y ve que el bulto se va acercando. El hombre empieza a sentir miedo, se ha dado cuenta de que es un alma en pena, entonces saca su cuchillo y se pone a hacer ruido para asustar al condenado y se pone a rezar….y a decir lisuras en voz alta,  sigue asustado, pero el condenado no logra tocarlo y él logra salir de la casa a salvo al amanecer. Por eso nadie se queda en esa casa, durante el día la casa está normal, pero en las noches las tejas se voltean y dicen que el condenado va a ese lugar, que las tejas se volteen es eseñal de que él está ahí.
– Asu y Raven ¿Qués es un condenado? Es un alma en pena dijiste ¿no?
– Sí, es un alma en pena, pero no como todas, esta ha muerto en pecado mortal. Durante su vida ha sido muy mala,  por lo general un condenado es una persona que ha cometido insesto y que cuando muere su alma no puede descansar en paz y regresa a llevarse a la persona con la que cometió el pecado.
-¿Cómo así?
– Les voy a contar un caso. Dicen que hubo una vez una pareja, padre e hija que habían vivir una vida incestuosa, entonces el padre muere, la familia de la hija queda preocupada porque saben que va a venir por ella, entonces encierran a la chica en un cuarto sin ninguna posibilidad de que alguien entre y/o salga y al padre muerto lo echan boca abajo en una fosa con agjas en los ojos y atado de pies y manos para que no pueda escapar y para que la hija se quede a salvo, así es por una semana, a veces más hasta que estén seguros que el condenado no vendrá por ella. Si viene tienen que hacer otras cosas para que no se lleve a la chica.
– ¿Como cuales?
– Varias, el condenado viene para chuparle el ánima, así que algunos le dan algun animal en reemplazo, pero a veces no funciona, sino también simplemente alejarlo lavando toda su ropa o botándola o dejando su ropa en el camino por el q ue transitó en vida para que vuelva sus paso y pueda descansar en paz. Y si no funciona pues simplemente hacer como el hombre que se durmió en esa casa y rezar y maldecir al condenado cuando se aparezca haciendo ruido con cosas filosas para que se asuste y se vaya, pero puede volver.



Mitos Y Leyendas , Cuentos Peruanos. Parte 2.

El condenado

Un arriero que traía de Ayacucho cuatro cargas de plata a lomo de mulos, por encargo de su patrón, se alojó en las inmediaciones de Izcuchaca (Huancavelica), en un lugar denominado “Molino” de propiedad del señor David, quien tenía su cuidador; éste muy de madrugada, mientras el arriero cargaba el cuarto mulo, hizo desviar una carga y arrojó solo al animal. 

Mientras el cuidador se repartía el dinero con el propietario del sitio, el arriero desesperado con su desventura a cuestas, puesto que, para reparar la pérdida tenía que trabajar el resto de su vida y tal vez hasta sus descendientes, impetraba de rodillas a los causantes quienes por la codicia del dinero tornándose indolentes y sordos al clamor el pobre indio cuyas inocentes lágrimas llegaron hasta el cielo en procura de la justicia divina. 

Al poco tiempo murió el cuidador del “molino”, su mujer y su hijo. Aquel por ser el culpable directo se condeno, es decir, arrojado “alma y cuerpo” de la vida ultraterrena, debía refugiarse por entre los montes tomando la forma de un animal con cabeza humana gritando de vez en vez: David devuelve la plata… Inclusive creen que por causa del humo don David, dueño del molino, que aún vive, sufrió de parálisis en sus piernas.
Algunos indios astutos aprovechan de esta superstición del “condenado” para llevarse, en época de cosecha, un poco de cereales de las eras.

La Laguna de Paca

Esta laguna guarda entre sus aguas las más fascinantes historias y relatos, ubicada en el Valle de Mantaro, en la provincia de Jauja. Se ha convertido en el punto de encuentro de propios y extraños.

Una vez bajo dios a la tierra. Llamo a la puerta de una casa. Sin abrir le gritaron, ¡fuera sucio! Entonces siguió su camino. A poco llamo a otra puerta, vivían allí dos pobres viejecitos que a esa hora preparaban su comida en una ollita de barro. La comida era tan escasa que apenas alcanzaba para una persona, entonces dios puso las manos sobre la ollita y la comida aumento y de ella comieron los tres. Cuando terminaron dijo dios: Vamos. El viejito antes de salir sacó de su casa su tambor. Subieron un cerro. Los viejitos caminaban por delante, dios por detrás. Al cabo de un rato dios pidió al viejito su tambor. Entonces dijo dios: no vayan a volver la cara y soltó el tambor. El tambor rodaba sonando cada vez más fuerte. Los viejitos volvieron la cara y quedaron convertidos en piedra blanca. El tambor rodaba, rodaba, hasta que llego al pueblo y reventó. De él salio tanta agua que anego los campos, las casas, hasta convertir el pueblo en una laguna.

La Dama y el Viajero

Cuando me disponía venir a Lima conocí a don Guillermo, que muy amablemente me invito a subir a su camión en donde transportaba cereales a la capital desde Huancavelica; subí en la Oroya. Le dije que tenia el mismo nombre de mi abuelo ya fallecido, que también se dedicaba en sus años de juventud a viajar transportando alimentos de Huancayo a Huancavelica y viceversa.

Te cuento lo que me paso en el pueblo de Pampas, cuando viajaba para Huancayo trayendo carga –me dijo.

“Cuando salía de Pampas, ya muy de noche y bajo una interminable lluvia, pude avistar a una mujer en el camino; ella iba caminando muy lentamente en la carretera, debiste verla con aquel vestido blanco totalmente empapado. Frene suavemente pues también iba despacio por el mal estado de la carretera.

Le hice una señal para que suba al camión y así pudiera protegerse de la lluvia, ella asintió y se sentó en el mismo lugar en donde estas tú. Era una mujer muy joven y bella, al verla en esas condiciones le ofrecí mi casaca para que pudiera abrigarse, me agradeció y en su rostro vi dibujada una sonrisa tierna.

Al acercarnos al poblado la Mejorada, ella me pidió bajarse del camión; pues tenía familia allí. Como aun llovía y era apenas las dos de la madrugada, le dije que se quede con mi casaca, que en otro momento iría por ella. Solo le pedí la dirección de su casa.

Pasó una semana y cuando volví a la Mejorada, fui a buscarla hasta su casa. Grande fue mi sorpresa cuando salió su madre y me dijo que Virginia -así me dijo que se llamaba-, había muerto hace diez años atrás. Precisamente en un accidente de carreteras, cuando el bus que los transportaba de Pampas se fue directo al barranco; en el lugar donde la recogí.

Yo no le creí a la señora y pensé que se querían quedar con mi casaca. Para confirmar los hechos, su madre me llevo hasta el cementerio del pueblo y allí pude corroborar que en verdad la joven y bella Virginia estaba muerta. La fotografía en el nicho era la misma chica que vi hacia como una semana. Pero lo que más me sorprendió, fue ver mi casaca a un costado, junto al nicho de la joven. Su madre no tenia explicación alguna por lo sucedido, solo me dijo que era la cuarta vez que pasaba eso; habían preguntado por su hija que había subido al camión en la carretera a Pampas.”


Quisa sea un relato cierto, porque mi abuelo Guillermo me contó lo mismo. Para poder confirmar esta historia fascinante, viaje hasta el poblado la Mejorada en Huancavelica, no busque precisamente el domicilio de la joven Virginia; sino me fui directamente hasta el cementerio y busque su nicho toda la mañana de un sábado de Junio del 2000.

Cuando me sentía desanimado y listo para salir del lugar, vi algo que me llamo la atención. Me acerque rápidamente hasta aquel sitio y note algo al costado de un nicho; era una bolsa, y dentro de ella pude ver una chompa de alpaca de color marrón y franjas blancas. Era el nicho que estaba en un extremo del cementerio, casi escondido, casi olvidado. En la lapida semidestruida pude distinguir el nombre de Virginia Matos, fallecida en 1989. Aunque no pude ver la fotografía.

Deje las cosas en su lugar y salí del cementerio, ya era de tarde; sentí el deseo de ir a la casa de Virginia. Al volver a Huancayo me preguntaba ¿Cómo pudo llegar aquella bolsa con una chompa hasta ese lugar? ¿Por qué precisamente ahora que fui a confirmar la historia? ¿Será que Virginia me tenía algo preparado como bienvenida? Quizá apenas haya sido una mala pasada de mi imaginación.

El origen de Huancayo

En cada pueblo existen versiones distintas de las historias y creaciones de los actores sociales, por ejemplo esta es una versión del origen de Huancayo.

Hace ya mucho tiempo, todo el Valle del Mantaro era una inmensa laguna. Desde Jauja y Concepción, hasta el sur llegando a Sapallanga y Pucara, todos esos lugares estaban bajo el agua. Los pobladores del valle en aquel entonces tenían sus casas en las alturas de los cerros, incluso hasta ahora podemos ver vestigios de sus construcciones.

En el centro de la gran laguna se podía observar desde las alturas un enorme peñón oscuro que salía de las aguas cada mañana. Esta gran peña se llamaba Huanca y estaba donde hoy esta la Plaza Huamanmarca, junto a la Municipalidad de Huancayo. Paso el tiempo y la laguna se iba llenando y llenando con las aguas de las lluvias (recordemos que en esta parte de la sierra las precipitaciones son altas).

Una vez, cuando los pobladores estaban en sus labores del campo, porque ellos siempre se dedicaron a la agricultura; se escucho un enorme estruendo en una de las quebradas y tras el sonido pudieron ver que las aguas de la laguna iban disminuyendo rápidamente. Sucedió que la quebrada de Chupuro se había roto y por allí desaguaba la laguna.

Pasaron pocas semanas y el valle se fue quedando seco, para acortar distancias entre los pueblos, los pobladores tuvieron que bajar hacia las partes planas; siendo allí en donde lograron hacer nuevas construcciones para poder habitarlas. Pero la laguna no vació del todo. En jauja se quedo la Laguna de Paca y en Ahuac la Laguna de Ñahuinpuquio.

Una vez las aguas rompieron la quebrada de Chupuro y por allí desaguo la laguna. El valle se fue quedando seco y se fundaron pueblos. Pero la laguna no vació del todo. En Jauja quedó la Laguna de Paca y Chocón; la de Ñahuinpuquio en Ahuac y la de Llulluchas en Huayucachi
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Existen muchas lagunas en el Valle del Mantaro, posiblemente parte del agua que desaguo de la gran laguna, hayan quedado dispersas por todo el valle. Ahora la Laguna de Paca es una de las más reconocidas y visitadas por los foráneos.

Mundo Fantástico

El folklore puede servir para los educadores como una fuente o material para la educación misma, pero sobre todo puede servir como información para conocer el espíritu, el modo de ser de los estudiantes y la comunidad en el cual uno trabaja. Un maestro no puede formar a sus niños, no puede ponerse en comunicación íntima, sencilla y cariñosa con los niños, si no sabe como es su espíritu. El modo de ser de los niños de la costa es muy distinto al modo de ser de los niños de una comunidad andina, porque sus costumbres son muy distintas.
Esta diferencia de costumbres y de modo de ser, es para el educador quizá lo más importante para acercarse al espíritu de los niños para ganar su confianza y su amistad, sin el cual no es posible ninguna forma de educación, ni mucho menos de instrucción.

José María Arguedas

Vengo de un mundo andino fantástico, en donde los hombres viven eternamente para contar historias fantásticas.
Este blog está dedicado con mucho afecto a Caro. Un agradecimiento a los jóvenes escritores y amigos entrañables de “Octubre Gris”, grupo literario surgido en los 90’s en Huancayo.
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